Gotas de lluvia
2024
La gota se despide del cielo y cae
en un charco de su propia sangre.
Detrás de ella, otras inercéptibles gotas
caían al mismo tiempo.
El agua pronto se volvió un espiral ante mis ojos.
Sentí que me hundía.
Mi reflejo no podía verme,
mis labios pálidos,
mi postura encorvada,
enredada en mi columna.
El cielo caía
y me arrastraba junto a él.
Algunas de esas gotas
decidían acariciar mi cabello,
para despedirse y volver al espiral,
dentro de mi cuerpo.
Las insaciables ganas
que me hacían imitar al cielo con mis ojos.
Yo también llovía esa tarde.
El agua copia todo,
como un espejo,
sabiendo que si me uniera al charco, se volvería rojo.
Las gotas cesaron,
retumbaron mis sollozos,
me llenó hasta el cuello.
Ya me había ahogado antes…